Reconocer la importancia de la literatura infantil, es incentivar a la formación del hábito de la lectura en la edad en que los hábitos se forman, es decir, en la infancia. La literatura infantil es un camino que lleva al niño al desarrollo de la imaginación, expresar emociones y sentimientos, de forma significativa. La contribución de la literatura infantil en el desarrollo social, emocional y cognitivo del niño es sumamente importante. A lo largo de los años, la educación se preocupa en contribuir a la formación de un niño crítico, responsable e interactivo con la sociedad. Un niño que lee va a ser superior en muchos sentidos.
El practicar la lectura lo va a ayudar a aumentar el vocabulario, familiarizarse con la escritura, la pronunciación correcta de las palabras, mejor facilidad de comunicación y sin faltas de ortografía. Lo más probable también, es que no tenga ninguna dificultad en el aprendizaje e inclusive una capacidad de comprensión mayor que el resto de los niños.
El colegio MI MUNDO les ofrece la asignatura de lengua y literatura para que sus hijos aprendan a ser autocríticos de la literatura así también le ayuda a desarrollar sus talentos y habilidades literarios como es la poesía y su forma de interpretarla desde temprana edad desde niño hasta jóvenes. La literatura juega un rol cultural esencial en la sociedad. Con ella aprendemos sobre la diversidad y la complejidad de las sociedades, la psicología y el comportamiento del otro. No es simplemente historia y tampoco es ciencia. No revela datos objetivos sobre el mundo que nos rodea, pero nos ayuda a interpretarlo. La literatura es el arte que aprovecha el lenguaje como vía de expresión, con el que podemos entender mejor lo que no nos es fácilmente entendible: el dolor, el odio, el amor, la muerte, la guerra, el sacrificio, la naturaleza humana, la verdad.
El beneficio más obvio, resultado de estudiar literatura, es que desarrolla nuestro dominio del idioma, nos enseña lo poderoso que puede ser el lenguaje. Una palabra es mucho más que su definición pues la elección de un determinado vocablo implica mucha más información de la que se está literalmente diciendo. Cómo se escribe (o se dice) algo puede revelar alegría, indiferencia, pasión, pena, mentira, desconfianza… incluso también puede transmitir aburrimiento. La literatura te enseña a detectar y usar las sutilezas del lenguaje, abre nuestra mente a exasperadas y deliciosas ambigüedades. Los juegos de palabras, los dobles sentidos y otros pequeños matices le da al lenguaje posibilidades infinitas.
Con la literatura también se desarrolla la empatía. Al leer sobre conocimientos, creencias y experiencias diferentes a los propios abrimos nuestra mente. Además, podemos encontrar puntos en común con los personajes y sus situaciones, que funcionan como un espejo que nos ayuda a ser más realistas con nosotros mismos a la vez que más generosos con los demás. Esta asignatura ayuda a entender la complejidad política pasada y presente, pues la historia y la literatura están indisolublemente entrelazadas.